Los celos de un clavel
que se enamoró de una rosa
y siempre que la miraba
la veía más hermosa.
Ella coqueta se balanceaba
para lucir su hermosura
y miraba al clavel
con amor y ternura.
Pero él también hacía lo mismo
con otras flores preciosas
que contemplaba de cerca
dando su amistad graciosa.
Un día la rosa vio llorar al clavel
por su tristeza se inclinó hacia él
con una mano acarició su cabeza
y dijo así con firmeza:
¿Por qué lloras mi amado?
no te quiero ver llorar
que más que te quiero
a ti no podré jamás amar.
Y el clavel casi marchitó
por los celos de la rosa
volvió a rejuvenecer
contemplando a su Diosa.
La rosa y el clavel
fueron envejeciendo
juntos deshojaron sus pétalos
y el amor fue creciendo.
Y en la tierra que cayeron
se ha formado un letrero
diciendo en palabras
amor sólo a ti te quiero.
Juntos desde el edén
el amor y el quehacer
es de la rosa y el clavel
mirar al cielo y agradecen a Él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario